ENTREVISTA CON...
Mayo - Julio 09
No. 46 Año 10

Un poco de historia Para Jaime Romano Micha, director de Neuromarketing, laboratorio de neurociencias enfocado a la conducta de consumo, el neuromarketing es una disciplina de reciente aparición –tendrá unos ocho o diez años–, basada en la aplicación de técnicas pertenecientes a las neurociencias al ámbito de la mercadotecnia. “Los neurocientíficos hemos estado obsesionados por descubrir qué áreas del cerebro se encargan de qué funciones, ahora sabemos que específicamente la corteza es la base de la memoria y de las emociones”, explica.
Uno de los experimentos más famosos, que sirvió como base para el neuromarketing fue realizado por una refresquera. “Un señor puso tres refrescos sin marca en vasitos iguales, y midió la percepción de cada sabor con y sin logotipo”, recuerda Romano. Como ciencia, afirma, surgió por dos vías: una, se puso a un grupo de monos a manipular un joystik para llegar al centro de la pantalla y obtener una recompensa, lo cual es neuroeconomía básica. El otro fue cuando unos neurofisiólogos japoneses decidieron conocer qué sentía la gente cuando masticaba chicle. “Fue un experimento bastante tonto, pero la FDA (Food and Drug Administration) lo retomó después para crear medicamentos que se administraban por vía oral”. Estos tres experimentos dieron la pauta para hacer neuromarketing.

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